Vivienda de alquiler en España: situación actual y desafíos a futuro

Hoy en día, la vivienda de alquiler en España tiene una de las tasas más bajas entre todos los países europeos, con solo el 23% de los hogares en dicha situación. Sin embargo, esto no siempre fue así, ya que en 1950, el porcentaje de propietarios e inquilinos era el mismo.

No obstante, diez años después, el incremento de los ingresos, combinado con los subsidios para la propiedad de vivienda, generaron tasas más altas, alcanzando un máximo de 82% en 2001.

A lo largo de los últimos 20 años, el mercado de alquiler en España ha experimentado un crecimiento gradual debido a dos factores. El primero de ellos es la inseguridad laboral, y los bajos salarios que impulsaron el precio de la vivienda en España fuera del alcance de los más jóvenes. El otro factor por supuesto son los bancos, quienes ahora se muestran más cautelosos al momento de conceder una hipoteca.

Situación actual de la vivienda de alquiler en España

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), menos de uno de cada cuatro de los 18,6 millones de hogares en España, alquilan su casa. Los inquilinos son mayormente jóvenes inmigrantes con ingresos más bajos. Además, el mercado de la vivienda de alquiler en España esta compuesto principalmente por propietarios no profesionales.

Solo recientemente las empresas internacionales se han involucrado en el desarrollo y la administración de las viviendas de alquiler. Sin embargo, las políticas públicas han sido diseñadas históricamente, para promover la propiedad de vivienda, pero no han logrado brindar suficientes viviendas de alquiler, particularmente viviendas de alquiler públicas.

Desafíos de la vivienda de alquiler en España

Las tasas y el coste de arrendamiento

Además, las tasas de arrendamiento son más altas en las provincias más grandes, como el caso de Madrid y Barcelona, donde el porcentaje de inquilinos es del 24% y 26% respectivamente. No sucede lo mismo en áreas urbanas más pequeñas, donde dicho porcentaje es inferior al 15%.

También hay una variación geográfica significativa en cuanto al coste de arrendamiento por metro cuadrado. Por ejemplo, en 2018, la renta mensual en la vivienda de alquiler en España fue de 675€, lo que se traduce en 8,1€ por m², para una vivienda de tamaño medio de 96 m². De nueva cuenta, Madrid y Barcelona tienen los precios de alquiler más altos y viviendas más pequeñas.

El claro ejemplo de ello es Barcelona, donde el alquiler mensual de una vivienda media de 90 m², es de 930€, es decir, 12,5€ por m². Si bien los salarios y los ingresos son más altos en estas ciudades, hay un fuerte problema de asequibilidad de vivienda.

Por otro lado, gran parte de la vivienda de alquiler en España se localiza en edificios multifamiliares. Además, los edificios de dos o más viviendas, superan el 25% de la vivienda de alquiler, en tanto que el 88% corresponde a edificios unifamiliares propios.

Las políticas recientes promueven la vivienda de alquiler en España

El Plan Estatal de Vivienda 2018 – 2021, destinado a mejorar la administración y eficiencia de los recursos públicos., eliminó los subsidios para promover la propiedad de vivienda, así como los subsidios domésticos directos.

Al mismo tiempo se han establecido subsidios para ayudar a jóvenes menores de 35 años, a alquilar, o comprar una vivienda en las provincias más pequeñas. El Gobierno también creó subsidios para adultos mayores con bajos ingresos, no solo para el alquiler, sino también para solventar los costes de mantenimiento.

Desafortunadamente, todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto de estas medidas. Sin embargo, las regulaciones anteriores no han conseguido incrementar la oferta de vivienda de alquiler en España. Adicionalmente, el mercado de alquiler público, tampoco ha satisfecho la demanda de vivienda social.

Los desafíos a futuro

De cara al futuro, el mercado de la vivienda en España enfrenta dos graves problemas: la asequibilidad de la vivienda, y la falta de vivienda en alquiler. Por un lado, los niveles de construcción y préstamos hipotecarios, no se recuperaron, incluso con la recuperación del mercado tras la crisis financiera.

La cantidad de viviendas nuevas construidas, disminuyó de 850,000 en 2006, a 100,000 en 2018, mientras que el número de préstamos hipotecarios se redujo de 1,9 millones, a 482,000, en este mismo período.

Lo anterior ha provocado una tendencia al mercado de alquiler. Sin embargo, con una oferta limitada, los alquileres no han hecho más que aumentar. Esta situación es más evidente en áreas urbanas, donde el alquiler de vivienda se encuentra en máximos históricos.

Se estima que alrededor de 4 de cada 10 españoles, destinan más del 40% de sus ingresos al pago del alquiler, en comparación con el 25% en otros países europeos. Por obvias razones, el segmento joven es el grupo demográfico más afectado. Esto se debe a su inseguridad laboral, así como a los bajos salarios, que han provocado una enorme caída en la compra de viviendas.

Sin tener una oportunidad de comprar una vivienda, el mercado de viviendas de alquiler experimenta una gran presión por parte de este segmento. La única opción para los jóvenes es vivir más tiempo en casa de sus padres.