Recientemente, el Fondo Monetario Internacional ha lanzado una advertencia con respecto a los trabajos en Europa. De acuerdo con este organismo, el continente europeo se encuentra en riesgo de perder 15 millones de puestos de trabajo. Lo anterior si no se aprueba un apoyo económico.
Este organismo destaca que si bien es cierto que los préstamos fueron de gran ayuda al comienzo de la pandemia, en la actualidad las empresas requieren de efectivo. Según sus propios cálculos, el FMI considera que un apoyo económico tanto del sector privado como público, de entre el 2% y el 3% del PIB, evitaría la pérdida de empleos en Europa.
15 millones de trabajos en Europa están en riesgo
No olvidemos que el paro en la eurozona es un tema recurrente en muchos gobiernos europeos. Por lo tanto, la nueva advertencia del FMI en torno al empleo sin duda ha generado preocupación. Y precisamente los gobiernos de Europa se vieron beneficiados con el alivio fiscal, evitando que la pandemia agudizara la recesión.

El problema es que ante la no aprobación de un incentivo económico adicional, Europa podría experimentar una crisis de empleos, con sus consecuentes repercusiones financieras. Como se indicaba, el FMI contempla que aproximadamente 15 millones de trabajos en Europa se perderán de no implementarse un nuevo apoyo de capital para las empresas.
Cuando la pandemia recién comenzaba, los bancos centrales reforzaron a las empresas con liquidez. Por lo tanto, las empresas tuvieron un fácil acceso al efectivo, y al mismo tiempo se evitó que muchas de ellas se fueran a la quiebra. Sin embargo, la problemática actual se enfoca ahora en el aspecto de equidad. De acuerdo con el FMI, las deudas de las empresas superan peligrosamente sus activos.
¿Qué se necesita para evitar la pérdida de trabajos en Europa?
El Fondo Monetario Internacional hace énfasis en que se requiere de una acción conjunta del sector privado y el sector público para brindarles apoyo a las empresas europeas. Según sus estimaciones, para evitar la pérdida de trabajos en Europa es necesario que se dedique entre el 2% al 3% del PIB.
Lo anterior puede garantizar que las empresas ya consolidadas sigan siendo solventes, al menos hasta que la economía europea se recupere. En España por ejemplo, la deuda de empresas se ha convertido en un grave problema que inevitablemente ha repercutido en la pérdida de empleos y en la implementación del ERE.
El FMI esta convencido que con un apoyo económico, las empresas con finanzas saludables tendrán la capacidad de crear más trabajos en Europa. Adicionalmente, todos los programas de mejoramiento de habilidades, así como los programas de capacitación y de búsqueda de empleo, también deberían mejorar la situación. Es decir, ayudar a que las personas en paro puedan encontrar nuevos empleos en sectores en expansión.
Apoyo económico únicamente para empresas consolidadas
Esto es algo que el FMI ha querido dejar muy claro, ya que el nuevo incentivo económico únicamente debe enfocarse en las empresas que operaban con solvencia antes de la pandemia.
Aunque el organismo estima que el apoyo brindado por el sector público ha permitido solucionar el 60% de la falta de liquidez en las empresas, se contempla que el porcentaje de empresas insolventes se haya incrementando 6% durante la crisis por el coronavirus.
Por obvias razones, la pérdida de 15 millones de trabajos en Europa sería un golpe devastador para una economía Europa que todavía no se recupera de la recesión.
Si comparamos la situación actual de Europa con Estados Unidos, se han perdido 10 millones de puestos de trabajo, luego de que la recuperación de su mercado laboral se estancara durante el invierno.
Basta con decir que tanto los gobiernos de Europa, como el gobierno de EE.UU, ya acumulan deudas con un valor no visto antes, incluso implementando programas de ayuda al comienzo de la crisis sanitaria.
Lo que hicieron en Estados Unidos fue apoyar principalmente a las personas que habían perdido sus empleos recientemente. Por el contrario, en muchos países de Europa, incluyendo Reino Unido y Dinamarca, lo que se hizo fue pagar a los trabajadores para que permanecieran en sus casas.
El sector público y privado es clave
El FMI también ha sido muy claro con respecto a la necesidad de conseguir el equilibrio adecuado entre el apoyo del sector público y privado. El organismo considera que el sector público no se encuentra bien preparado para determinar correctamente la viabilidad de una gran cantidad de pymes.
Incluso, los funcionarios del FMI ha mencionado que este tipo de apoyo económico es mucho más atractivo para las empresas insolventes que para las solventes. Bajo este escenario resulta fundamental orientar el apoyo a las empresas que realmente lo necesitan. Solo de esa manera los gobiernos podrán evitar el desperdicio de fondos.
Además, las entidades bancarias podrían llenar sus vacíos, sobre todo porque las firmas privadas conocen mejor a sus clientes y sus estrategias de negocios. En consecuencia, los bancos pueden incentivar a los inversores privados para que contribuyan a evitar el riesgo moral relacionado con el apoyo del sector público.